Entre los romanos existieron diferentes tipos de
casa, según la riqueza o pobreza de cada cual.
LA
DOMUS
Era la vivienda unifamiliar, Era la residencia de
los ciudadanos ricos que la ocupaban con su familia, aunque había casos en los
que varias familias adquirían una casa y se repartían el espacio. Las medidas de una domus de
gran tamaño podían llegar a 120 metros de largo por 30 metros de ancho.
Eran casas de una sola planta, de forma rectangular,
cerradas al exterior y organizadas a partir de un eje de simetría: la puerta
principal, ostia o fauce, se abre a la calle y conduce a un
corredor o vestíbulum que continúa
hasta el atrium. El núcleo principal lo constituía el atrium o patio cubierto de forma rectangular o cuadrada con
peristilo o pórtico. Tenía una abertura cuadrada –compluvium- en el techo para
que entrara la luz y la lluvia. Ésta se recogía en un pequeño estanque, el impluvium, colocado en el centro del
atrio, y que después pasaba a una cisterna subterránea.
Las demás dependencias, generalmente reducidas y
poco iluminadas, estaban alrededor del atrio:
El tablinum: habitación grande ubicada en la pared
del atrio situada frente a la puerta, destinada al dueño de la casa.
Los cubiculum: tenían la función de dormitorios.
Estancias menores para
guardar las imágenes de los antepasados o almacenes
El triclinium
o comedor solía ser la pieza más importante de la casa.
El peristylum,
jardín rodeado de un pórtico, a veces de dos pisos, sostenido por columnas y
también rodeado por varias habitaciones.
Las habitaciones
del servicio no solían tener
lugar fijo y se ubicaban donde había espacios libres. La cocina -culina- solía ser muy
pequeña, con un fogón de obra y un agujero para la salida de humos, pues no
había ni chimenea mi tiro. Próximos a ella estaban los retretes y el baño.
Las únicas estancias que se abrían directamente a la
calle eran las tabernae, destinadas a tienda que
tenían un mostrador de obra a la entrada y en la parte posterior una
trastienda. Solía haber además, un entresuelo que dividía en dos huecos el
espacio de la taberna: la parte superior era las pergulae
–galerías- y servían de vivienda a gente muy pobre.
El interior se enriqueció con frescos, mármoles y
vistosísimos artesonados. El atrio solía adornarse con columnas y bustos de los
antepasados colocados sobre artísticos pedestales.
Planta de una domus típica
LAS INSULAE
Era
la vivienda plurifamiliar. Sus orígenes están en la superpoblación, en la falta
de espacio y en las duras condiciones económicas de vida en Roma. Eran
edificios de hasta cinco pisos, con balcones y ventanas al exterior y cuyas
dependencias interiores no tenían características especiales en cuanto a
disposición o estructura y sus ocupantes las utilizaban según las necesidades
familiares. Estas casas estrechas, poco confortables, carentes por lo general
de agua corriente y retrete, tenían poca luz, y la mala calidad de sus
materiales –todo el entramado de vigas era de madera- hacían que los incendios
y hundimientos fueran frecuentes.
La mayoría eran de alquiler y en ella vivían las
clases populares en condiciones bastante deficientes. La carencia de servicios
hacía que por la noche se lanzasen por la ventana basuras y residuos de todas
clases, con grave peligro para el peatón.
Las insulae
se construían de ladrillo y argamasa,
similares a los edificios de aopartamentos actuales. Se han clasificado en 2
tipos:
-Primer tipo: en el que
se sitúan tiendas y talleres en la planta baja. En el entresuelo se disponían
los alojamientos para los trabajadores de estos negocios y las plantas
superiores se dividían en apartamentos.
-Segundo tipo: en la
planta baja en lugar de tiendas y talleres se disponían las viviendas en torno
a un jardín o a un pasillo.
Restos de una insula del siglo II d. C. en la colina del Capitolio,
en Roma.
LAS VILLAS
Eran granjas en una finca de explotación agrícola o fundus, y, a la vez, residencia
familiar, una casa para descansar del ajetreo de la ciudad. Se situaban en el
campo o a las afueras de la ciudad, en medio de los campos de labranza y con
maravillosas vistas. Sus dimensiones y características dependían de la riqueza
de sus propietarios, generalmente senadores y ricos hombres de negocios.
Existían 2 tipos:
1. Villa rustica: granja dedicada a los trabajos propios del
campo, tenía una serie de construcciones aptas para esta función.
2. Villa urbana: residencia del señor, podía estar formada por grandes edificios
de pavimentos decorados con mosaicos y paredes con bellas pinturas, y cuidados
jardines con fuentes y estatuas.
- Las villas imperiales son edificaciones
donde residía el emperador, por ello están bien protegidas y su grandiosidad y exquisita
decoración dan muestras del poder imperial. Comienzan a construirse a partir
del siglo I d. C.
Partes de una villa
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